Mendigando el Amor
Yo me acuerdo cuando estaba en la secundaria y prepa y creía que si me vestía de una manera provocativa iba a lograr que alguien se volteará a verme y entonces obtener amor.
Cuando pasaba un día y nada se fijaba en mi me sentía terrible. Y casi me acuerdo como buscaba la mirada y atención de los muchachos caminando y pasando muchas veces por donde estaban parados con sus amigos creyendo que así iba a lograr tener su atención.
Era una cosa terrible y frustrante. Cuando lograba su atencion me daba cuenta que lo único que querían era pasar un buen rato. Me entraba el temor de Dios y entonces me alejaba. Pero sintiéndome como un gusanito.
Cuando por fin llegue a los pies de Cristo me di cuenta que eso no era amor. Mendigar amor siendo una hija de Dios no era aceptable. Cristo no murió por mi para que mendigara el amor. Murió por mi para que recibiera amor su perfecto amor.
No les miento diciéndoles que fue fácil cambiar porque era todo un proceso. Y me di cuenta después en la vida que mendigaba el amor no solo en esa área pero en muchas. Buscando la aprobación y atención de personas que no tenian el poder para llenar mi corazón. Solo Cristo podía hacer eso.
Esta vida es vacía y frustrante si vivimos mendigando el amor de otros como chupasangres. Pero está vida cobra vida cuando recibimos el amor de Dios y en cambio empezamos a dárselo a otros que necesitan encontrar a Dios.
Oro en este momento que Dios revele a nuestras vidas áreas donde hemos estado mendigando el amor y nos ayude a recibir ese amor directamente de Él. Padre llénanos de ti y muéstranos cuánto nos amas y que esa revelación cambie nuestras vidas para siempre. Y digo nos porque aún hay áreas donde Dios sigue trabajando en mi. Dios te bendiga y cumpla su hermoso propósito en tu vida. Que te llene cada día más y más!